¿Por qué un Psicoanálisis?

Muchas personas se dan cuenta de que en la vida tienden a repetir ciertos patrones que son fuente de sufrimiento: no logran tener una pareja estable, no pueden disfrutar de sus trabajos o mantener relaciones satisfactorias con otras personas. Algunos establecen vínculos destructivos o experimentan sentimientos de vacío. En muchas ocasiones estas situaciones se acompañan de diversos síntomas : depresión, obsesiones, angustia, fobias, inhibiciones sexuales o sociales, agresividad e impulsividad.

Quien consulta lo hace habitualmente luego de haber intentado resolver por sí mismo sus dificultades o buscando ayuda en distintas alternativas terapéuticas, sin lograr el alivio esperado. Intuye que necesita conocerse en mayor profundidad.

A través de la relación que se va desarrollando entre analista y analizado, el psicoanálisis ayuda acercarse paulatinamente a situaciones difíciles, que no han sido suficientemente elaboradas y que son fuente de sufrimiento actual. En la medida en que la persona va profundizando en sí misma, le es posible desarrollar mejores herramientas para entenderse, escuchar, recibir y también comprender a los demás.

El psicoanálisis posibilita con el tiempo una mejor capacidad para enfrentar el dolor, las pérdidas y aceptar la realidad. A su vez, permite acercarse a lo más propio y verdadero de sí mismo, otorgando mayor libertad para pensar, elegir y desarrollar el potencial creativo.

Profundizar toma tiempo y exige dedicación. En nuestros tiempos, en que estamos cruzados por la inmediatez, el trabajo que implica un psicoanálisis puede resultar extraño o anacrónico. Sin embargo, este método ha probado ser efectivo en lograr cambios auténticos y duraderos en el tiempo.