¿Que nos puede aportar el fútbol a la comprensión de nuestros pacientes?

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 Psicoanalista Psi. Javier Ravinet Contreras.
Analista en Formación Psi. Carmen Luz Silva Sánchez.
Asociación Psicoanalítica Chilena. 

“Los equipos de futbol son una forma de ser”
Michel Platini. 

 

El futbol, como fenómeno social complejo -más antiguo y relevante en términos de masividad que el propio psicoanálisis-, es una manifestación deportiva y cultural cada vez más universal e incorporada como elemento constitutivo de nuestras sociedades. A través del fútbol se vehiculiza la transmisión, a veces transgeneracional, de valores familiares, transmisión que involucra una cierta relación con el club de la familia – análoga a otras elecciones relevantes en la constitución del sujeto, o se elige el mismo club del padre o la madre, o se elige al rival acérrimo como forma de autoafirmación-. En la misma dirección, es evidente cómo cuesta sustraerse del influjo futbolero cuando el involucrado es el propio país. 

 Para nosotros, el fútbol importa no sólo en su práctica como deporte, si no en el grado de involucramiento de la persona con “el club de sus amores” o con su selección, y las vicisitudes de ese vínculo – el sufrimiento que traen las derrotas, y la euforia secundaria a los éxitos. Pensamos que el grado y la forma que toma ese involucramiento del sujeto con el fútbol, así como la cualidad y la fuerza de sus vicisitudes, pueden dar cuenta de ciertos fenómenos psíquicos inconsciente, como por ejemplo, de distintas modalidades de identificación. 

Pensamos que en el fútbol también se puede pensar, siguiendo lo propuesto por Steiner (2022), la importancia que tiene en la construcción y descubrimiento de la identidad la toma de conciencia de la separación de los padres, separación que se produce en relación con los padres internos. Este es un proceso complicado por las angustias y procesos defensivos que obstruyen ese desarrollo, donde lo importante serían la flexibilidad y la reversibilidad de las identificaciones. 

El futbol como un modelo posible de desarrollo mental: 

Manteniéndonos dentro del recorte que implica el encuadre clínico, y tomando el modelo de Rey (“Lo que los pacientes nos traen al análisis), creemos que las asociaciones y comunicaciones relacionadas con el futbol pueden ser pensadas como expresiones de las identificaciones del paciente. Así, el concepto de identificación puede ser un modelo que permite contener y dar sentido a estas expresiones. 

Parece importante determinar, por ejemplo, si lo hay, cuál es el grado de confusión de la identidad del sujeto con la identidad del equipo, continente proveedor de sentido de pertenencia e identidad. Por ejemplo, se podría detectar un uso patológico de la identificación proyectiva. Nos parece fecundo poder hipotetizar que, incluso la formación de un equipo, las distintas posiciones dentro de la cancha y las distintas disposiciones y variantes tácticas de un equipo pueden servir como un modelo para pensar, una escenificación gráfica, concreta, de un cierto estado mental interno en un minuto del tratamiento o en otro. 

En definitiva, creemos que el futbol nos puede ayudar a discriminar las identificaciones existentes, cuáles son más importantes que otras, además de qué tipo o cualidad de identificaciones se trata. Pero, además, pensamos que el futbol puede ser una vía de acceso al sistema valórico y la constitución del superyó de nuestros pacientes. Por ejemplo, en lo relacionado con idealizaciones de jugadores o entrenadores -particularmente en niños y adolescentes-, o respecto a los valores que demuestran la historia o el momento de un determinado club o selección. Dejamos deliberadamente suspendida la pregunta por si se le puede exigir moralidad al deporte, pero creemos interesante seguir en el material la relación y la posición que el paciente mantiene frente a estos dilemas. 

Las identificaciones aparentemente incompatibles que hablan de la simetrización o modo simétrico del inconsciente (M. Blanco) son un tema muy importante de pensar, no sólo en relación al futbol si no a otras múltiples temáticas en las cuales tenemos que aprender a vivir con nuestras propias contradicciones -políticas, religiosas, ¡y también psicoanalíticas!-. Aunque la extensión de este trabajo no nos permite desarrollar de forma adecuada este tema, no queremos dejar de mencionar que el futbol también puede ser un espacio privilegiado para acceder al fenómeno del fanatismo, entendido en el encuadre clínico como áreas de la mente que pueden ser muy difíciles de trabajar psicoanalíticamente. 

Si sostenemos que las asociaciones de nuestros pacientes con el futbol nos pueden entregar elementos para un modelo de crecimiento mental, necesariamente tendremos que pensar que el futbol nos muestra de qué forma la rivalidad también puede ser necesaria como motor de desarrollo. Poder tolerar la existencia de clubes rivales – o la rivalidad “entre países hermanos”- con los que se sostiene muchas veces una disputa propia del narcisismo de las pequeñas diferencias que nos enseñó Freud, puede ser entendida como un desafío: tolerar una existencia y una diferencia que se vuelve necesaria para el propio crecimiento. 

Por último, quisiéramos mencionar el lugar de la contratransferencia. A muchos de nosotros, y sobre todo si estamos presentes en este panel, nos gusta el futbol, por lo tanto estamos expuestos a todas las vicisitudes que hemos descrito más arriba. Dejamos en el aire la pregunta sobre en qué posición juega cada uno en una sesión o en un determinado momentos de un encuentro analítico, así como cuán rivales somos de nuestros pacientes en una sesión determinada. 

 

Referencias: 

Freud, S. (1917) El tabú de la virginidad. En Obras Completas S.E. Vol. XI. Buenos Aires: Amorrortu. 

Grinberg, L & Grinberg, R. (1980) Identidad y Cambio. Buenos Aires: Paidós. 

Grinberg, L. (1984) Teoría de la identificación. Madrid: Tecnopublicaciones. 

Matte Blanco, I. (2018) Pensar, sentir, ser. Barcelona: MPPSM. 

Numa, S (2022) On being one’s self: clinical explorations in identity from John Steiner´s workshop. Londres: Routledge 

Rey, J.M. (1988) Lo que los pacientes traen al análisis. En Libro Anual de Psicoanálisis 1988, pp. 99-112. Lima: Ediciones Psicoanalíticas Imago. 

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